Empezamos a investigar ventajas y desventajas de los gráficos de torta, alrededor de los cuales hace ya tiempo hay cierto debate: ¿se deben usar o no?
Los gráficos de torta estuvieron por cierto tiempo en la mira, con una gran cantidad de detractores. Hay que admitir que no son la mejor opción a la hora de incluir un gráfico que quiera mostrar claramente un mensaje. Y, sin embargo, los gráficos de torta abundan en reportes, artículos de diario, infografías, etc. Por eso les dedicaremos un par de artículos.
En este gráfico de torta vemos la ocupación de los participantes a un evento:
¿Cuáles son los problemas de este gráfico? Ante todo, en los gráficos de torta lo más común es ver cada porción (o gajo) de un color diferente, sin que los colores tengan ningún sentido. Sólo sirven para separar las porciones. Sin embargo, dos porciones iguales pueden parecer diferentes si una tiene un color más oscuro que la otra: los colores oscuros tienden a tener un efecto amplificador.
Segundo, en un gráfico de torta es difícil o hasta imposible detectar diferencias cuando las porciones son similares en tamaño, porque el ojo humano distingue mucho más fácilmente diferencias en una dimensión que en dos. La altura de una columna, o el ancho de una barra, por ejemplo, son más fácilmente distinguibles que un ángulo.
Por ejemplo, ¿hay más “CEO, GteGral. VP, Directores generales y Presidentes” o “Directores y Gerentes RRHH/Capacitación”?
Una solución, muchas veces, es incluir -al lado del nombre de la etiqueta o de la porción de torta- el porcentaje o el valor correspondiente:
De esta manera, las dudas acerca de los valores de cada grupo quedan resueltas, pero con un costo adicional: un gráfico más cargado que no soluciona el problema de fondo.
El mensaje sigue siendo difícil de asimilar. No es rápido, por ejemplo, hacer un ranking de los diferentes grupos.
La solución es, en realidad, cambiar de tipo de gráfico. Si armamos un gráfico de barras y ordenamos los valores de mayor a menor (o de menor a mayor según dónde queramos hacer más foco), eso será mucho más fácil de observar. (Como las etiquetas son largas, en un gráfico de columnas se solaparían o se deberían abreviar, lo cual también complicaría la lectura. Por eso preferimos un gráfico de barras).
En un gráfico como éste se pierde ese concepto de que las distintas categorías pertenecen a un total que suma 100%, que es la única ventaja de un gráfico de torta.
Sin embargo, se gana claridad y facilidad en saber qué categoría es mayor o menor. Y ese es un gran aporte.
Como conclusión, en lo posible es mejor no usar gráficos de torta y evaluar alternativas. Si realmente debemos usar uno, las recomendaciones son:
a) colocar las etiquetas de valores y
b) recordar el efecto que puede tener el color en cómo se ve el tamaño de la porción.
Para evitar este último problema, se puede usar un gráfico de torta monocromático donde la división de las porciones es por líneas, como acá abajo:
Comments