El gráfico de burbujas es una variante del gráfico de puntos, en el que podemos graficar tres o más variables. Al ser poco comunes y un poco complejos, hay ciertos recaudos que deberíamos tener antes de elegirlo para presentar resultados.
En un artículo anterior presentamos el gráfico de puntos, un gráfico muy simple, ideal para encontrar relaciones entre dos variables. El gráfico de burbujas es una variante de este tipo de gráfico, en el que podemos agregar algunas variables más.
Por ejemplo: el tamaño o el color de la burbuja pueden dar información extra.
Supongamos que tenemos la siguiente información de ciertos productos que nuestra empresa vende:
Con un gráfico de puntos estamos limitados a dos variables, por ejemplo cantidad y precio:
Si quisiéramos mostrar también el crecimiento interanual en la cantidad vendida de cada producto, podemos hacerlo modificando el tamaño del punto (o burbuja): a mayor tamaño, mayor crecimiento.
Como para esta tercera variable no hay un eje, será importante que aclaremos (por ejemplo debajo del título) qué representa el tamaño del punto. Así podemos ver que no hay un patrón claro en la variación interanual de la cantidad vendida: no depende ni de la cantidad ni del precio.
Finalmente, si quisiéramos identificar en qué planta productora se fabrica cada uno de estos productos, también en ese caso para detectar eventuales patrones, podemos agregar esta variable (que debe ser cualitativa) con el color del punto:
Los productos de la planta W están identificados en naranja, los de la planta Z en azul. También para esta variable es necesario aclarar el significado de los colores. En este caso, sí hay un patrón: los productos de la planta W son los que tuvieron mayor variación interanual, y se podrá buscar la explicación de este crecimiento asociado a una planta más que a la otra.
Algunas precauciones
El gráfico de burbujas no es de los más difundidos y podríamos encontrar en nuestra audiencia personas que, al no estar familiarizadas con él, no lo entienden tan fácilmente. Eso es algo a tener en cuenta si elegimos este tipo de gráfico para presentar ciertos resultados.
En caso de elegirlo, una buena práctica es presentarlo en etapas, como hicimos en este artículo: empezar por las primeras dos variables e ir agregando las otras después.
Para las variables que no tienen eje asignado (en nuestro caso, la variación interanual y la planta), deberemos aclarar cómo interpretar esas dimensiones con leyendas o notas adecuadas.
El tamaño de burbuja deberá asignarse a alguna variable que muestre diferencias significativas de un punto al otro. De lo contrario, el tamaño no tendrá sentido. Si por ejemplo todos los productos hubieran tenido una variación interanual similar, el gráfico se vería así:
Si bien se pueden detectar pequeñas diferencias entre E y F, porque están una al lado de la otra, con otras burbujas no es fácil decir quién tuvo mayor o menor crecimiento interanual (porque modificamos los datos originales y asignamos variaciones interanuales de entre 10 y 12% a todos los productos).